A los 9 años aprendí que mi profesora sólo me preguntaba cuando yo no sabía la respuesta. A los 10, aprendí que era posible estar enamorado de cuatro niñas al mismo tiempo . A los 12, aprendí que, si tenía problemas en la escuela, iban a ser más grandes en casa. A los 13, aprendí que cuando mi cuarto quedaba del modo que yo quería, mi mamá me mandaba a ordenarlo. A los 15, aprendí que no debía descargar mis frustraciones en mi hermano menor, porque las frustraciones de mi papá eran mayores y su mano más pesada. A los 20, aprendí que los grandes problemas siempre empiezan pequeños. A los 25, aprendí que nunca debía elogiar la comida de mamá cuando estaba comiendo algo preparado por mi esposa. A los 27 aprendí que el título obtenido no era la meta soñada. A los 30, aprendí que cuando mi esposa y yo teníamos una noche sin los niños pasábamos la mayor parte del tiempo hablando de ellos. A los 33, aprendí que a las mujeres les gusta recibir flores, especialmente sin ningún moti
Cierto día me encontré a un amigo, y platicando me contó que en días próximos se iría a vivir una temporada al paradisiaco Cancún, noté un poco de preocupación en el tono de voz y le dije: yomero : y por que lo dices así... que pasa, si es la onda estar en Cancún y con gastos pagados Amigo: es que... es que... no se nadar!! yomero: jjjaaaajjaa.. (Queda aclarar que este amigo, tiene la friolera edad de 28 años y aunque ya habíamos "nadado" con unas amigas en un balneario cercano jugando al caballito - tu sabes ;)- nunca vi que nadara realmente) Amigo: ya cabrón, deja de reírte... snif, que no ves que es como una discapacidad, no te burles o podrías tener un hijo así. yomero: ( después de reírme media hora.. recobre mi habitual, sobria y casi mística compostura...) ok.. Tienes razón, no te mejoro las cosas y que piensas hacer? amigo: no se we.. Mejor no voy, que tal que alguna turista francesa se esta ahogando y yo no la puedo salvar... yomero: nah we.. Deja que acabas de
Ayer fui con Ángel por los juguetes de mi hija, hacia un frio muy cabrón así que desistí en llegar caminando a la plaza, tomamos una combi (guagua, para mis amigos cubanos) y en el trayecto me di cuenta que esto no pintaba bien. - En serio, no es mala onda, pero acuérdate de tu reacción cuando te enteraste que los reyes magos no existían, es una experiencia traumática por donde se le vea… - Cállate ulysses… - … Así que este año y de aquí en adelante le diré a mi hija que los regalos son de parte de sus papas, que es la tradición y que es parte del consumismo que activa la economía, además que no pienso darles el crédito a esos hippies barbones.. - Chitón ulysses, que te calles! -Te has puesto a pensar cuantas personas les genera un shock tan cabrón enterarse que los reyes magos no existen que les puede afectar su vida permanentemente, que las cosas mágicas no son de verdad y que tus deseos no se cumplen – mucho menos tu cartita, que cuando pides un ironman edición espe