Diviertete como si fuera 1994



Jajá, disculpen ustedes la risa, pero me acaban de regresar hace un rato a 1994 de un chingadazo, les cuento.

Caminaba cerca de mi casa donde por casualidad hay una secundaria, cuando llegue a la esquina, cruce bien tranquilo por que según yo y el departamento de tránsito, el peatón tiene la preferencia cuando es una calle menor que cruza con una avenida principal, bueno, el caso es que venia en el munchis, digo, en la pendeja con esta certeza cuando un carro gris medio jodido no frenó y se dio la vuelta en chinga poniendo mi integridad a centímetros de ser madreada.

Entonces, como ya había dicho en un post atrás, me dio una necesidad de gritarle su error y le dije: El peatón tiene preferencia. Y ya.

El carro se estacionó unas cuadras adelante cerca de una secundaria –sospecho que iban a recoger a alguien- entonces, pasé cerca del carro valiéndome lo que me pudieran decir, cuando pasé cerca de ellos, me asomé para ver quien era el idiota que maneja y venían tres cholos y un puto perro de esos que pelean (no se de razas, pero me dicen que era como cruza entre bullterry y budweiser, o sea, un perro al “pedo” para las peleas) me miró y le reafirme mi comentario al conductor: en esa esquina, el peatón tiene preferencia y seguí caminando.

Nooombre que se enchilan los putos cholos esos y que se bajan dos de ellos, en ese momento, mi capacidad analítica doble core hizo todos los cálculos como si de un juego de ajedrez se tratara, vi cada uno de los posibles movimientos, cada palabra que podría solucionar esta situación un poco vergonzosa e incluso mis movimientos en caso de llegar a una inevitable pelea, todos los escenarios fueron imaginados en el momento en que se estaban bajando y antes de que dijeran la primera palabra que fue cuando me voltee.

Puto morro vas a valer verga, fue lo primero que escuche; al ser tres contra uno no le vi tanto pedo, pero el puto perro es el que me preocupó por que no iba preparado ya que aunque no lo crean, solo he peleado con osos siberianos y nunca con esos putos perros asesinos, entonces me voltee y le dije: nel morro no tiene caso, sigue en lo tuyo; y seguí caminando tranquilamente. ¿Por que huyes morro? no seas puto, me dijo, entonces le dije: no tiene caso; soy una persona ocupada y tengo que llegar a mi casa, otro día ¿va? le conteste. Y caminé ya sin voltear. Sabia que ahí pararía la cosa. Y así paso.

Y me dirán: ¡piiiiinche Ulysses tan más puuuutoooo! Que putote te viste, como no vives en Veracruz y te vuelves ¡el Rey de los putos! jajajaja Esperen un momento, júzguenme si quieren pero aquí les va el por que yo gané el juego.

Desgraciadamente, alguien con esas características no puede razonar ni se puede ser razonable con el, me refiero al cholo, por lo que una “platica” hubiera sido improductiva -ya ven lo que le pasó a Arquímedes- tuve que alejarme del vehículo por la amenaza perronil ya que, como les había dicho en otro post, soy re-puto para los perros (más los de peleya) lo que no entraba en mis cálculos era si estaban armados con navajas, pero aún así me arriesgue a darles la espalda, dado que es un mensaje de que no te importa (claro, sin correr, los chingones nos alejamos tranquilamente de los pedos) cuando confirme que no tenían fierro y los había llevado lejos de su área de confort (su carro, donde podrían escapar con más precisión o hacer uso de su perro) pude haberme volteado y meterles unos madrazos a los dos que me siguieron, pero, honestamente, si quería llegar a mi casa, mi hija me estaba esperando, no quería llegar ensangrentado, me dolía un poco una pierna de una lesión muscular, llevaba puesta mi playera favorita ( la hizo mi hija, tiene sus patitas en ella) y es de un algodón muy frágil sin contar con que no tiene sentido a mi edad andar peleando y revolcándome con unos peleles, lo que me lleva al inicio del post.
Ya hace varios años que no me pasa esto, desde 1994 que no me sucedía. En ese año, deje que me golpearan tres veces en la cara y me solté a reír diciéndoles: vamos, si quieres hacerlo en verdad tendrás que intentarlo más fuerte, pero si no me dejas tirado e inconsciente me levantare y juro que yo si lo haré, mis bullys se quedaron pasmados y al no ver rastro de temor en mis ojos me dijeron: estas bien pinche loco y pendejo, y se fueron corriendo.

Cuando se lo conté a alguien (lo de los tres cholos y el perro) al llegar a mi casa me dijo: que bueno que te pase eso por verguero (alevoso) no creas que puedes hacer lo que quieras así como así; a lo que le dije: jaja, yo hice lo que quería y termine al retirarme, que ellos no hayan podido hacer lo que querían (madrearme) no es mi pedo, yo ahí estaba ¿ahora resulta que se las tenia que poner fácil? ¡Mis huevos que!

Siempre he dicho: solo me voy a agarrar a golpes, con alguien a quien yo respete mucho. No con cualquier pelmazo de la calle; pinches monos. Repito; mi mensaje fue escuchado y causó reacción, que esos pendejos tengan problemas para tolerar a la gente es un pedo que no me incumbe. Si me gritaran pendejo cuando lo soy, lo reflexionaría y no haría tanto alboroto.

¿Ustedes que opinan?

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