Ni tan ligera

Lo siento, no lo puedo guardar ni un momento más -me decía mi buen amigo mientras me contaba la experiencia de la noche anterior- Resulta que anoche salí con paty, tenia rato que no la veía y anoche me envió un mensaje diciendome que si tomabamos algo y pues nada tonto dije que si.

Cuando me llamó me dijo que estaba con unas amigas, llegué al bar y estaba ella, dos de sus amigas y dos cabrones de la talla del cochiloco, me invitaron unas chelas, hablaban de contrabando y muchas mamadas que realmente no me interesaban, pero tampoco podía dejarles ver eso, puesto que sabes que esa pinche gente se pone loca cuando no los -si, lo se cabrón, le dije- bueno, pues el pedo es que sus amigas se cansaron de esos cabrones y nos fuimos a otro lado, por un largo ato caminamos los cuatro, mi amiga, sus dos amigas y yo, en fin, nos metimos a un bar de por el centro y... -¿cual es el punto de la historia cabrón?, le pregunte- bueno, el punto es que despues de unas copas se puso bien loca mi amiga y me dije, esta noche cena tu camote, bueno, pues andaba "bailando" con cada cabrón que se le atravesaba, incluso sus amigas pusieron cara de incomodidad, cuando estaba bien peda me dijo que no la abandonara y esas cosas, que sus amigas eran bien mierdas con ella, en fin, me quedé con ella hasta que se le bajó, pero despues comenzó a chupar otra vez, y ahora bailaba de forma muy erratica y entonces tuve una epifanía, -¿una qué? le pregunte- una... osh, chinga tu madre -notó mi cara de burla- una serendípia pues -nota, en el momento me quedé de a pendejo por que ahí si no sabía que era eso, ahora ya lo se- descubrí que mi amiga era bien pinche alcoholica, ya lo había visto antes pero no mames, que pinche feo se ve en las viejas, luego unos cabrones la rodearon, le aplaudían y le agarraban las chichis y las nalgas, no mames, me indignó un poco por que sus amigas me miraban como diciendo, ¡se estan fajando a tu vieja y tu ahí como un pendejo! pero no podía hacer nada.

¿Entonces en que acabó? pregunté ansioso, pues en nada -contestó- se la fajaron un poco, les dió su teléfono y nos fuimos, cuando pensé que podía ganar algo reflexione, me gustaba por sencilla, por humilde por... -¿por pendeja? le dije- bueno, un poco, pero ahora que ya ví todo eso, ahora ya no es como... ¡nada! no mames, no te hagas pendejo -le dije- tu te la querías coger, no me vengas con idealismos, bueno si -me respondío- pero tomó un taxi y me dejó ahí parado.

Nos quedamos callados y le dije, ¿le vas a hablar verdad? ehh, no como crees.. esteee .... adios.

y se fue.... yo no se, pero concuerdo con sabina, a veces las malas compañias, son las mejores.

nos vemos.

Entradas populares de este blog

el arte de aprender

secreto en el balneario

Día de reyes.